Fra’ Ginepro de Città di Castello a Asís
Este tramo de la Vía de Francisco recorre una parte del itinerario norte, partiendo de Città di Castello y llegando hasta Asís. Aunque muy diferentes entre sí, estas dos ciudades permiten descubrir las distintas matices artísticas, culturales y arquitectónicas de la región, que van cambiando progresivamente a medida que se avanza por el camino. Este paquete, dedicado a la figura de Fra Ginepro, atraviesa lugares de marcado sabor medieval, paisajes boscosos y vírgenes, y ofrece la oportunidad de adentrarse plenamente en la belleza del Camino de Francisco.
Disponibilidad: salidas disponibles durante todo el año
Duración: 7 noches y 6 días
Servicios incluidos:
- alojamiento en régimen de media pensión
- transporte de equipaje
- traslados previstos según el programa
- credencial del peregrino
- seguro de cancelación, asistencia médica y equipaje
- mapas digitales en formato GPX
- asistencia telefónica de Francesco’s Ways
Servicios extra:
- almuerzo tipo picnic
- guía de senderismo
- traslados no incluidos en el programa
- todo lo no especificado en “Servicios incluidos”
Precio por persona:
- desde € 982 por persona en habitación doble
- suplemento individual bajo petición
Itinerario
DÍA 1 – De Città di Castello a Pietralunga
Dejando atrás Città di Castello, el recorrido se adentra progresivamente en un paisaje natural formado por bosques sombríos y tramos expuestos al sol, acompañando al caminante hacia Pietralunga. Tras unos seis kilómetros se alcanza la localidad de Il Sasso, último punto útil para abastecerse de agua y provisiones antes de afrontar una larga subida, seguida de un descenso que conduce a la Pieve de’ Saddi, lugar de gran valor histórico y religioso en el Alto Valle del Tíber. Desde aquí, el trazado discurre entre valles tranquilos y campos abiertos, alternando desniveles continuos y ofreciendo algunas áreas acondicionadas para el descanso. La llegada a Pietralunga, un acogedor y compacto pueblo umbro, representa una merecida recompensa tras una jornada exigente. Se trata de una etapa larga, que conviene recorrer con calma y atención, administrando bien las energías de cara al último tramo, caracterizado por un descenso seguido de la subida final.
DÍA 2 – De Pietralunga a Gubbio
La segunda jornada propone una caminata fluida, que se desarrolla entre bosques y claros abiertos, con amplias vistas del territorio circundante. Tras un tramo entre coníferas, el paisaje cambia repentinamente al entrar en la llanura de Gubbio, donde el entorno agrícola está definido por campos cultivados y alineaciones de chopos. En las proximidades de Loreto, el entorno se abre aún más: los bosques dejan paso a los cultivos y a pequeños núcleos habitados. Se recomienda una parada en la iglesia de San Giovanni Battista, generalmente cerrada pero accesible gracias a la presencia de un custodio, donde es posible descansar a la sombra antes del descenso hacia Abbadia di Piazza. Desde aquí, el recorrido continúa por carretera asfaltada, atravesando tramos soleados intercalados con encinas monumentales, hasta llegar a la “Fuente del Peregrino”, una incorporación reciente pero significativa a lo largo del camino. La llegada a Gubbio es especialmente intensa: además del encanto de la ciudad, se percibe con fuerza su profunda vinculación con la figura de San Francisco. El recorrido concluye frente a la iglesia dedicada al santo, donde una estatua lo representa junto al lobo, evocando el célebre episodio que los une.
DÍA 3 – De Gubbio a Biscina
El itinerario original contempla una única y larga etapa de Gubbio a Valfabbrica; sin embargo, dada su considerable longitud y dificultad (aproximadamente 36 km), se divide en dos jornadas. Este tramo está profundamente marcado por la memoria franciscana: precisamente a lo largo de este camino Francisco se definió como “heraldo del Gran Rey” ante unos bandoleros y encontró acogida, no sin dificultad, en la Abadía de Vallingegno, donde comenzó a desempeñar humildes tareas en la cocina. Vivencias que aún hoy hablan con fuerza a los peregrinos. Al salir de Gubbio, el recorrido transcurre inicialmente por asfalto, con la debida precaución, para luego continuar por caminos de tierra que ascienden hacia la cresta, desde la cual es posible dirigir una última mirada a la ciudad. El camino prosigue entre bosques, suaves colinas, castillos y panorámicas sobre el Monte Subasio. Junto a la pequeña iglesia de la Madonna delle Grazie, lugar apreciado por los caminantes, es posible detenerse para un momento de recogimiento. A continuación, se asciende hacia el Eremo de San Pietro in Vigneto, donde una fuente ofrece alivio, para luego descender hasta Caprignone, un punto de descanso ideal y sombreado. La subida final al Castillo de Biscina es exigente, pero permite alcanzar la última fuente de agua antes del largo descenso, expuesto al sol y sobre asfalto, que conduce en dirección a Valfabbrica. A lo largo del trayecto se encuentra también la sugestiva Pieve de Coccorano.
DÍA 4 – De Biscina a Valfabbrica
Desde el Castillo de Biscina se afronta un descenso largo y luminoso, mayoritariamente asfaltado, que acompaña suavemente hacia Valfabbrica. Antes de abandonar el castillo es posible abastecerse de agua, último punto útil antes de la llegada. El recorrido se ve enriquecido por la presencia de la Pieve de Coccorano, un edificio de gran encanto integrado en el paisaje. Valfabbrica se presenta como una especie de “Monte do Gozo” en clave franciscana: un lugar que invita a desacelerar y reflexionar sobre la inminente conclusión de la peregrinación y el encuentro ya cercano con la tumba de San Francisco en Asís.
DÍA 5 – De Valfabbrica a Asís
La última jornada de camino comienza en el silencio del bosque, creando una atmósfera íntima y meditativa. Superada la Pieve de San Niccolò, el paisaje se abre gradualmente a viñedos y olivares, señal evidente de la cercanía de Asís. El trazado alterna subidas y bajadas, con algunos tramos más empinados, pero la conciencia de la meta próxima hace que cada paso resulte más ligero. De repente, Asís aparece en el horizonte con el perfil imponente del Sacro Convento y la Basílica, regalando uno de los momentos más emotivos de todo el itinerario. Poco antes de la entrada en la ciudad, en la zona de Ponte de Galli, es posible elegir una variante sugestiva atravesando el Bosco di San Francesco, como alternativa al recorrido asfaltado. Se accede a Asís por la Porta San Giacomo, la misma utilizada durante siglos por los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. La Basílica de San Francisco, bañada por la luz del sol, acoge a los caminantes al final del recorrido. Al llegar a la Tumba del Santo, es posible detenerse en recogimiento, en la penumbra iluminada por la lámpara perpetua. Finalmente, en la Statio Peregrinorum, se puede recoger el Testimonium, reservado a quienes han recorrido al menos 100 kilómetros a pie, o la Chartula Peregrini, como signo tangible de la experiencia vivida.
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